Una sierra de inglete de doble cabezal es una sierra industrial de precisión compuesta por dos cabezales opuestos. Ambos se montan sobre una guía estable y pueden trabajar de manera sincronizada o independiente. Al cortar los perfiles simultáneamente desde ambos lados, la máquina es ideal para perfiles de aluminio, plásticos y, en algunas versiones, incluso madera.
Las primeras sierras de inglete eran herramientas manuales sencillas para carpintería. Con la industrialización surgieron máquinas estacionarias. La sierra de doble cabezal apareció en los años 60 y 70 con el auge de la fabricación de ventanas y fachadas. Con la llegada de la tecnología CNC en los 80, se alcanzó un nuevo nivel de precisión y productividad.
Una sierra de doble cabezal consta de un bastidor, dos cabezales móviles, sistemas de sujeción neumáticos y controles electrónicos. Los cabezales suelen ser orientables y permiten cortes de 45° a 135°. Los modelos avanzados cuentan con aspiración de virutas, sistemas de posicionamiento automatizados y servomotores.
La pieza – normalmente un perfil de aluminio – se fija entre los dos cabezales. Tras seleccionar el ángulo mediante el CNC, los cabezales se colocan en posición. Una vez activados, ambos discos cortan el perfil simultánea o secuencialmente. El resultado: cortes milimétricos listos para el montaje.
Las sierras de doble cabezal son imprescindibles en el procesado de perfiles:
Ventanas: corte de marcos y hojas
Puertas: cortes precisos de marcos y bisagras
Fachadas: elementos estructurales y de unión para fachadas metálicas y de vidrio
Invernaderos: cortes en inglete para estructuras acristaladas
Industria: corte de vigas de aluminio para maquinaria y construcción ligera
Las sierras modernas cuentan con controles CNC. Permiten introducir datos de corte en pantalla táctil o importar archivos CAD/CAM. Los programas se almacenan y reutilizan en producción en serie. Sensores controlan los cortes en tiempo real.
Se emplean discos de carburo de 400 a 600 mm de diámetro. Los dientes están afilados específicamente para aluminio. Sistemas de refrigeración o lubricación de cantidad mínima (MQL) reducen la fricción y prolongan la vida útil de las herramientas.
Frente a sierras simples o sierras de inglete tradicionales, la sierra de doble cabezal ofrece ventajas clave: dos cortes en una sola operación, mayor precisión, ahorro de material, automatización para series y flexibilidad en perfiles y ángulos.
El futuro apunta a la producción totalmente automatizada. Estas sierras se integran cada vez más con robótica, IA e IoT. La alimentación automática, la optimización inteligente de cortes y los accionamientos energéticamente eficientes serán estándar.
Para fabricantes de ventanas, puertas y fachadas, la sierra de doble cabezal es una inversión con alto retorno. Por su rapidez, precisión y reducción de desperdicios, se amortiza rápidamente. Con mayores exigencias de calidad y plazos, es una tecnología clave.