Los incendios representan uno de los mayores riesgos para edificios, personas y bienes materiales. Mientras que puertas y muros han sido tradicionalmente los elementos principales de la protección contra incendios, las ventanas contra incendios ganan cada vez más importancia. Estos sistemas especiales están diseñados para retrasar o impedir la propagación de llamas y humo, ofreciendo así una protección esencial en situaciones críticas.
Son ventanas especialmente certificadas para resistir fuego y humo durante un tiempo determinado. Se diferencian de las ventanas estándar por:
vidrios resistentes al fuego,
marcos ignífugos,
instalación certificada según normas,
clasificación según la norma europea EN 13501-2.
Las principales clases son:
E (E30, E60): impiden el paso de llamas y humo durante 30 o 60 minutos.
EI (EI30, EI90): además, bloquean la radiación térmica para mayor seguridad.
Mayor seguridad
Limitan la propagación del fuego y humo, protegiendo vías de escape y zonas adyacentes.
Cumplimiento normativo
En muchos países son obligatorias en escuelas, hospitales, edificios altos y centros comerciales.
Protección de las personas
Ofrecen minutos cruciales para evacuar y para la intervención de bomberos.
Protección de bienes
Evitan la extensión del fuego hacia máquinas, archivos o almacenes.
Diseño moderno
Se integran perfectamente en la arquitectura actual sin sacrificar estética ni confort.
Precio más elevado que las ventanas convencionales.
Construcción más pesada por el vidrio y los marcos especiales.
Instalación obligatoriamente profesional.
Aluminio: muy utilizado por su estabilidad y resistencia al fuego, ideal en grandes superficies acristaladas.
Acero: extremadamente robusto, adecuado para las clases más altas, común en la industria.
Madera: posible con tratamientos especiales, muy usado en rehabilitación patrimonial.
Madera-aluminio: solución premium que combina interior cálido con exterior resistente.
Edificios públicos: colegios, guarderías, oficinas gubernamentales.
Sector sanitario: hospitales, clínicas, laboratorios.
Industria y comercio: naves, fábricas, oficinas.
Vivienda: separación entre garaje y casa, bloques residenciales, torres.
Patrimonio histórico: ventanas con estética tradicional pero protección moderna.
Vidrio multicapa resistente al fuego con capas intermedias.
Sistemas de sellado estancos al humo.
Marcos con rotura de puente térmico.
Posibilidad de combinación con vidrio acústico o de seguridad.
Instalación conforme a normas DIN y EN.
Vidrios más ligeros con la misma resistencia.
Combinación de eficiencia energética y resistencia al fuego.
Ventanas inteligentes con sensores de humo y calor.
Producción sostenible con aluminio reciclado y madera certificada.
Perfiles más delgados para mayor libertad arquitectónica.
Las ventanas contra incendios son imprescindibles en la construcción moderna. Protegen vidas y bienes, cumplen con la normativa y ofrecen diseño y funcionalidad. Aunque requieren mayor inversión, aportan un valor incalculable en seguridad y durabilidad.