Las ventanas de madera son una de las tipologías más antiguas y tradicionales. Durante siglos, la madera ha sido el material preferido para marcos de ventanas, y no por casualidad: es un recurso renovable, ofrece una estética natural y un excelente aislamiento térmico y acústico. Con la construcción sostenible en auge, las ventanas de madera vuelven a estar de moda.
Se fabrican con maderas seleccionadas como pino, alerce, roble o meranti, a menudo en láminas encoladas. Se caracterizan por:
gran estabilidad
excelente aislamiento térmico
regulación natural de la humedad
amplias posibilidades de diseño
Con tratamientos modernos (barnices, pinturas, impregnaciones), hoy son más resistentes y duraderas.
Estética natural – calidez y elegancia únicas.
Aislamiento térmico – la madera es un aislante natural muy eficaz.
Sostenibilidad – material renovable y reciclable.
Durabilidad – con buen mantenimiento duran décadas.
Flexibilidad de diseño – pueden pintarse o barnizarse según el estilo.
Aislamiento acústico – protección natural contra el ruido.
Necesitan mantenimiento regular (pintura o barniz).
Más caras que las de PVC.
Sensibles a la intemperie sin protección adecuada.
Madera: elegante, aislante, ecológica, pero cara y con mantenimiento.
PVC: barato, sin mantenimiento, buen aislamiento, pero menos natural.
Aluminio: muy duradero, diseño moderno, estable, pero caro y menos aislante.
Obra nueva – viviendas de alta gama, proyectos arquitectónicos.
Rehabilitación – especialmente en edificios históricos protegidos.
Casas pasivas – ideales para eficiencia energética.
Construcción ecológica – opción natural y sostenible.
Ventanas madera-aluminio – madera interior, aluminio exterior.
Triple acristalamiento – máximo aislamiento térmico y acústico.
Revestimientos inteligentes – protección contra UV y humedad.
Las ventanas de madera combinan belleza, eficiencia, sostenibilidad y longevidad. Aunque más caras y exigentes en mantenimiento, son la mejor opción para quienes valoran diseño, ecología y calidad.